El CEO y presidente de Virtuoso, Matthew Upchurch, sobre cómo está sufriendo la industria de viajes ‘masiva’ en medio de la pandemia de coronavirus.
Algunos de los que enviaron regalos navideños semanas antes este año descubrieron que no actuaron lo suficientemente temprano porque la Navidad llegó con sus regalos atascados en el tráfico.
El servicio postal de Estados Unidos dijo en su sitio web que estaba «experimentando aumentos de volumen sin precedentes y disponibilidad limitada de empleados debido a los impactos del COVID-19».
Austin Race of Grand Rapids, Michigan, realizó un pedido en línea el 30 de noviembre de un modelo de colección de un auto de carreras de NASCAR. No se había comunicado con su padre después de que Correos pasara por su vecindario el jueves por la noche, aunque el 8 de diciembre se le notificó que lo enviaron por correo prioritario de dos días.
Su regalo fue en Opa-locka, Florida, la última vez que verificó el número de seguimiento, a unas 750 millas (1.200 kilómetros) al sur de donde lo ordenó en Mooresville, Carolina del Norte. Race, de 21 años, se resignó a decirle a su padre que tendría que esperar un poco más para recibir el regalo.
«Entiendo la situación, pero todavía es un poco frustrante», dijo.
Joanna Goldstein ordenó adornos navideños en línea el 17 de noviembre para el entrenador de fútbol de su hijo de 10 años y amigo de su hijo. Se dio cuenta de que era lo suficientemente largo para llegar desde una tienda a unas 80 millas (128 kilómetros) de su casa en Ann Arbor, Michigan.
Todo se veía bien el 11 de diciembre, cuando recibió un aviso del servicio postal de que los adornos se habían recibido en Columbus, Ohio.
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Pero luego el paquete hizo un viaje a través de los centros de distribución en Warrendale, Pennsylvania, Grand Rapids, Michigan y Lansing, Michigan, antes de aparentemente quedarse atascado en Detroit.
El miércoles, recibió otra advertencia de que la entrega sería más tarde de lo planeado originalmente. Su hijo estaba enojado, pero Goldstein se lo está tomando con calma.
«Estaba frustrada la semana pasada, pensando, ‘Vamos, ven aquí’, pero ahora me estoy riendo un poco», dijo.
Ella le dijo a su hijo que los adornos colgarán del árbol el próximo año y que tendrán una historia que contar sobre su largo viaje durante la pandemia.