Crear un dormitorio infantil que sea un entorno divertido para que el niño juegue y crezca puede ser una experiencia placentera. Sin embargo, también puede ser una tarea difícil. Después de todo, crear una habitación bonita y funcional que el niño disfrute ahora y en el futuro es una tarea difícil.
En este artículo se podrán observar ideas para habitaciones infantiles que enamoran y sugerencias de decoración profesionales pretende ayudar a determinar las exigencias actuales y las necesidades futuras del niño permitiendo alcanzar ese importante equilibrio entre lo práctico y lo bonito. Tanto si se comienza desde cero como si se busca optimizar una habitación ya con muebles y algunos objetos.
Lo más sencillo es lo mejor
En el caso de las habitaciones infantiles, menos es más. Se tendrá más espacio para jugar y un lienzo neutro que puede modificarse fácilmente a medida que el niño se desarrolla si se mantiene la decoración sencilla y los muebles al mínimo. En este punto, el espacio es esencial y los percheros infantiles y colgadores de pared para niños y niñas permiten organizar la ropa, abrigos y otros elementos sin que interfiera con los muebles.
Este sencillo, pero entrañable hallazgo da prioridad al recreo proporcionando mucho espacio abierto. El almacenamiento abierto permite que los juguetes más queridos actúen como una decoración encantadora y una cama a nivel del suelo es una habitación sencilla, pero acogedora
Mantener la atención en el juego
Hay que intentar mantener el centro en lo que más le gusta al niño cuando se diseñe una habitación para él y no es más que jugar y pasarla bien. Por eso el mobiliario infantil inspirado en el método Montessori es el ideal porque es práctico a la vez que tiene diseños divertidos que harán lucir el dormitorio como un gran cuarto de juego.
¿Se quiere sumar un poco de capricho al diseño? Se puede añadir a una pared una pizarra o en una galería de arte fácilmente actualizable en la que el niño pueda mostrar sus mejores trabajos.
Un rocódromo incorporado, un tobogán en la litera o una red de carga suspendida en el techo son también soluciones excelentes para estimular el juego y ayudar a quemar el exceso de energía antes de la noche.
Aprovechar el espacio
Aprovechar al máximo el entorno es esencial, tanto si se cuenta con poco espacio como con una gran imaginación. Para esto la cama nido es ideal porque son compactas y a la vez atractivas y seguras.
También se pueden usar muebles estilo baúles que sean a la vez asientos y sirvan para guardar juguetes o ropa.
Aumenta la capacidad de almacenamiento
Los niños vienen con un montón de cosas, desde juguetes, juegos y libros hasta ropa siempre cambiante en numerosas tallas.
Por otro lado, una cama infantil estilo Montessori son las ideales para ahorrar espacio por su diseño minimalista, pero muy atractivo, pues se pueden colocar en una esquina y quedará espacio libre en la habitación.
Los ganchos, percheros, estanterías para libros o juguetes que se adosan a la pared, así como las cajas de para almacenar que se pueden meter bajo la cama y los muebles con cajones son soluciones maravillosas para guardar ropa, juguetes o libros.
Instalar una segunda barra en el armario también es un método sencillo para aumentar su capacidad de almacenamiento.
Jugar con los colores
El color es algo que los niños adoran, pero elegir el correcto puede ser difícil. Claro que al niño le pueden gustar tonos como el azul o el rosa al momento de iniciar la decoración, pero al cabo de unos años puede desagradar.
Por tal hay que elegir tonos neutros y quizás cuadros o vinilos decorativos que sean del niño y que pueden cambiarse fácilmente en el futuro. Las alfombras o edredones de sus personajes favoritos también aportan color y decoración al dormitorio.
Cojines y muñecos también confieren personalidad y tonos de color a las habitaciones de los niños y no son elementos que sean duraderos, sino que se pueden ir cambiando conforme el niño crezca y sus gustos cambien.