La industria de la construcción está considerada como una de las potencias económicas más significativas en nuestro país. El mercado del ladrillo plantea proyectos de alto nivel financiero que conviene valorar en detalle, determinando nuestra capacidad de acceso a una vivienda digna. No obstante, a la hora de la verdad, el ciudadano de a pie no lo tiene tan fácil para comprar su propia casa. Algo que ha empezado a cambiar gracias a las construcciones modulares, también conocidas como edificación industrializada. Si todavía no conoces este concepto, hoy te queremos plantear varias razones por las que deberías poner el foco de atención en este sector.
Construcción industrializada en altura
La construcción de viviendas modulares es aquella que se lleva a cabo en una fábrica para, posteriormente, colocar la casa directamente en una parcela. Si bien es cierto que esto se asocia a propiedades unifamiliares, la edificación sostenible e industrializada en altura ya se ha hecho realidad. Lo cual abarata en gran medida el acceso a una casa propia, pudiendo residir en un piso y no en un chalet.
De la mano de las mejores empresas del sector, estos inmuebles ahora se pueden llevar a cabo bajo un sistema constructivo de hasta nueve plantas. Es decir, una altura de 28 metros. Por consiguiente, la flexibilidad y la versatilidad de proyectos es extremadamente amplia, adaptando la construcción a las necesidades concretas de cada cliente. Todo ello cumpliendo con las exigencias de calidad pertinentes en la actualidad.
La sostenibilidad como prioridad contemporánea
El daño generado por el ser humano sobre el medio ambiente ha de reducirse cuanto antes y las casas modulares plantean un sistema de construcción industrializada sostenible. En lugar de generar incontables deshechos sobre el terreno en el que se va a edificar, así como emisiones de CO2 a la atmósfera; este método se resuelve en una nave industrial. Lo cual reduce en gran medida la contaminación asociada al mundo del ladrillo.
Por si esto no fuera suficiente, dichas propiedades cuentan con todos los certificados energéticos necesarios como para asegurar la eficiencia de la casa. Unas casas que presentan sistemas de aislamiento térmico en aras de abaratar el gasto de luz y de gas y, con este, reducir de nuevo las emisiones que generan los inquilinos en su día a día. Una apuesta por el cuidado ecológico que ya se presenta como un acto de responsabilidad al que todo el mundo se debería sumar.
Un proceso perfectamente planificado
El auge de la edificación industrializada se asocia en gran medida a la evolución que se ha producido en los métodos de desarrollo de proyectos. Durante los últimos años, las empresas especializadas en este sector han pulido al detalle sus procesos constructivos para optimizar al máximo los tiempos y el coste de estas propiedades. Algo que repercute positivamente en el bolsillo de los clientes.
De este modo, se comienza por un proceso de digitalización en el que el edificio se imagina por los mejores arquitectos y se diseña a través de herramientas informáticas de última generación. Un proyecto colaborativo en el que trabajan los propios arquitectos junto a promotores y constructores para mejorar la toma de decisiones. Asimismo, se implementan todos los sistemas estandarizados para obtener las certificaciones lo antes posible. Concluyendo con la automatización y robotización de los procesos que se ejecutan en la fábrica.
Disfruta de la casa perfecta lo antes posible
No importa si estamos haciendo referencia a casas modulares para el uso unifamiliar o a la construcción Industrializada en altura: en todos los casos el cliente disfrutará de la vivienda de sus sueños. Es decir, este sistema permite realizar una personalización impecable en términos de estética para que tu hogar sea el que siempre habías imaginado.
Todo ello con unos plazos de entrega rápidos que se pactan de antemano y se respetan en todo momento. Es más, la edificación industrializada se resuelve el doble de rápido que los métodos de construcción tradicionales. Algo que no va en detrimento de la calidad, ya que tanto los métodos aplicados como los materiales empleados son de primer nivel. ¡Hay razones más que suficientes como para poner el foco en este sistema tan innovador!