Desde que se asume la actividad económica deseada o factible para lucrarse y surgir, el autónomo busca equipararse en el buen sentido con el empresario o gubernamental que tiene y brinda puestos de trabajo. No es entonces de extrañar, por la temática que nos reúne en este artículo, que también busquen obtener ventajas de usar el renting como autónomo.
Los coches de renting al mejor precio y las facilidades inherentes a las cuotas, seguridad, beneficio impositivo, prestancia, entre otras, se unen a las razones para adherirse a este sistema de renting que de manera creciente se ha consolidado en la preferencia de todos aquellos que son parte del sector productivo del país, desde cualquier aspecto comercial.
¿Qué tiene este servicio que atrae?
Ser un “alquiler superior”, que ya supera a esa definición de alquiler y se ha labrado una identidad propia, ha favorecido al concepto de uso, ya que se centra en la utilización de los coches como eslabón en el trabajo productivo del autónomo.
Su atractivo inicia en la concertación de todos los estratos socio productivos con un “tú sí puedes”, en el cual una inversión justa (la cuota), se transformará en rentabilidad incalculable, atada al principal valor del autónomo: Su tesón al trabajar.
Ventajas de usar el renting como autónomo
Los lapsos de renovación de los vehículos son menores y ya previamente concertados en el contrato, brindándole una imagen cierta de responsabilidad, solvencia y crecimiento estable.
De usual, en ciertos contratos de renting se ha de esperar a la finalización del mismo para cambiar de vehículo/s. pero, sin ser una trama o abuso, en determinado lapso el cliente puede dar por terminado el contrato, sin penalizaciones.
Acto seguido, abrir un nuevo contrato en base a las condiciones adecuadas al nuevo modelo de coche que se desea. Una renovación antes de tiempo que, claro está, debe ser concertada como algo estratégico y no como una banalidad, ya que las empresas de renting realizan evaluaciones de pertinencia y uso apropiado de los vehículos como herramientas de trabajo.
Dichas evaluaciones están atadas a otra de las ventajas de usar el renting como autónomo, como lo es el deducible en el IRPF o el desgravamen del IVA, las cuales ameritan que se confirme que el vehículo se está utilizando ciertamente para la productividad del trabajador independiente y/o de sus empleados.
En cada cuota se agregan elementos esenciales para el propietario de vehículo (en este caso, el usuario del vehículo), destacando:
- Pago de impuestos.
- Mantenimiento preventivo y/o reparaciones
- Seguro del vehículo.
Con el renting flexible, los autónomos pueden disponer de un vehículo o furgoneta sin cuota de entrada ni financiación, pudiendo así solicitar deducciones fiscales hasta el final de su contrato.
Es una manera práctica de adaptarse a las nuevas tecnologías automotrices, pudiendo contar con las más actuales para disfrutar sus prestaciones, similares o distintas según el modelo y fabricante.
Los autónomos no obtienen los masivos ingresos de las empresas, pero sí su flujo es constante y sólido, pueden optar a otros niveles de cuotas que se entienden como vehículos de gama superior. En fin, de las ventajas de usar el renting como autónomo que más ayudan a decidirse por este servicio, está la decisión plena de qué vehículo y qué monto se quiere y puede pagar, respectivamente.
Aunado a lo anterior, la no existencia de cargos ocultos, sino todos aquellos especificados en el contrato, como el que el usuario corre con los gastos de combustible, aceite e infracciones y que la cuota se ajusta sí excede el kilometraje anual concertado, permite un convenio prístino y sincero entre las partes involucradas.
Ello ayuda directamente al ahorro y/o presupuesto mensual e incluso anual del autónomo, lo que le permite diversificar sus entradas y aglutinar actividades inherentes al vehículo que permitan que éste “pague sus cuotas por sí mismo”.