Hoy en día son muchas las personas con falta de sueño, ya sea por insomnio o por que su rutina diaria no le permite un descanso más prolongado. El hecho es que cuando se duerme menos de lo recomendado se aumenta el consumo de calorías, lo que se traduce como un incremento de la grasa en la zona abdominal, asociándose directamente a riesgos en la salud.
Todo esto ha sido dado a conocer por medio de una investigación de la clínica Mayo en Estados Unidos. En este han dicho que la falta de sueño es un problema que se ha convertido en un mal generalizado sobre todo por las jornadas laborales extensas, el trabajo de turnos y la influencia del entretenimiento en horas que deben destinarse al descanso.
Por ello, es que actualmente cada vez son más la personas que duermen menos y que a su vez en estas horas de vigilia comen más sin realizar ningún tipo de actividad física que contrarreste los efectos.
Estudio realizado demostró que la falta sueño engorda
Como evidencia respecto a este tema, los investigadores de la Clínica Mayo diseñaron un estudio cruzado controlado y a su vez aleatorios.
En dicho estudio participaron 13 personas sanas en edades comprendidas entre 20 y 39 años, las cuales no sufren de enfermedades graves y obesidad. Cada una de estas pasó por 2 sesiones experimentales de un total de 21 días.
Las sesiones se realizaron en un entorno hospitalario, para favorecer de esta manera el control estricto de los parámetros estudiados.
Aquí los participantes fueron asignados de forma aleatoria al grupo 1: control, de sueño normal (con la posibilidad de dormir 9 horas) y al grupo 2: sueño restringido (con la posibilidad de dormir 4 horas).
Los 4 días iniciales fueron de aclimatamiento, y le siguieron 2 semanas de experimentación de sueño (tanto normal como de restricción) y una recuperación posterior que constó de 3 días.
Tres meses después de realizarse la primera sesión, los participantes de cada uno de los grupos pasaron a formar parte del grupo contario y se repitió el experimento.
Al finalizar el programa, los resultados que se obtuvieron mostraron que restringir el sueño llevó a las personas a aumentar un 9% de grasa abdominal total y un 10% en grasa abdominal visceral, todo esto a comparación de los participantes que cumplían un sueño normal.
Para los que no conocen sobre el tema, la grasa visceral es aquella que se deposita en la parte profunda del abdomen alrededor de los órganos, por lo que esta es la que se encuentra relacionada con todo el padecimiento de enfermedades cardiacas y metabólicas.
En conclusión, los hallazgos de la investigación demostraron que la falta de sueño, incluso en jóvenes y personas sanas se asocia al aumento de la ingesta de calorías, aumento de peso y de acumulación de grasa en el abdomen.
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