Cuando se trata de comprar un zapato infantil no solo hay que tomar en cuenta la estética, que no deja de ser importante. Hay que considerar también los materiales, que sea ergonómico, cómodo, que permita la transpiración de la piel, tengan suela antideslizante y que al ponérselo el niño o niña se sientan muy bien al tacto y al andar.
Lo vital de un calzado infantil es que se considere la comodidad del pequeño pie que aún está en crecimiento y desarrollo. Si se elige mal un zapato para una niña o un niño se puede estar ocasionando problemas de salud a futuro como dolores en la espalda o desviaciones en la columna vertebral.
Consejos para elegir un buen calzado infantil
Para comprar un zapato para niño o para niña conviene seguir las recomendaciones siguientes:
Libertad ante todo
Los seres humanos son de los pocos animales del planeta que no caminan horas después de haber nacido. Por eso, se considera que los pies de niños son una zona de sumo cuidado, ya que no se desarrollan del todo hasta después de los 18 años.
La estimulación que reciben los pies de los más pequeños de la casa durante los primeros años de vida tiene un impacto significativo en cómo debe ser el desarrollo del pie en el adulto. Una parte de esto está determinada por la genética, pero mucho lo conforma el desarrollo que tenga el niño y en este punto, el zapato que use desde que empieza a caminar hasta la edad adulta, es crucial. Las lonas de niña y los mocasines de niños son ejemplo de esto.
Debe ser un zapato que permita al pie moverse libremente en su interior y que sea de materiales que permitan la respiración (transpiración) de la piel. También se aconseja que sea ergonómico para que ofrezca una pisada sin peligros para la columna o la correcta postura.
No deben imitar los zapatos de adultos
No hay etapa más bella que la infancia. A los niños se les debe dejar vivir a plenitud. Por eso los zapatos de niños no deben imitar a los de los adultos. Además, no se trata solo de estética, sino del desarrollo del pie.
Las proporciones y medidas de un pie de un niño no tiene comparación con los de un pie adulto. Es más, en las diversas etapas de la infancia, desde que el niño empieza a caminar hasta la edad adulta, hay diversos tipos de calzados para su desarrollo.
Al inicio requerirá un zapatico muy cómodo, casi como andar descalzo. Pero en la edad escolar necesitará un calzado firme y suave con suela antideslizante e interiores acolchados para evitar lesiones, quemaduras por roces y callos.
Materiales de alta calidad
La piel o el cuero natural, los acolchados de algodón y las suelas de goma antideslizantes son los mejores para un buen calzado infantil.
No se debe escatimar cuando se trata de zapatos para niños. La calidad debe ir por encima de la estética en todo momento. Aunque, no hay que temer sobre la belleza porque el mercado ofrece marcas y diseños que están fabricados con materiales de insuperable calidad, pero tienen también hermosos diseños para crear múltiples looks.
Puntas y suelas anchas
Las puntas de los zapatos infantiles deben ser amplias y de forma redondeada para que no aprieten los deditos. Además, es importante verificar que la suela tenga, por lo menos un centímetro de grosor y preferiblemente, esta sea de goma.
Estas dos características brindan un soporte perfecto y estabilidad al andar. Además, se está previniendo que, de adulto, no se tengan callos, juanetes o problemas derivados de una postura no anatómica.
Flexibilidad
Todo calzado infantil debe poder doblarse a la mitad y que la punta toque el talón sin sufrir daño alguno. El tacón y la punta tienen que ser suaves y firmes, pero en medio debe ser flexible. De esta manera, se garantiza que cada paso será ergonómico y cómodo.
No se recomiendan los zapatos infantiles de plástico u otros materiales sintéticos que puedan hacer sudar el pie, hacer resbalar al niño o que causen quemaduras por el roce.