En el mundo existen alrededor de 46 razas de gatos domésticos reconocidos por la Federación Internacional Felina (FIFE). Y es que como resultado de los cruces, mutación de genes o por la selección artificial, han surgido una gran variedad de gatos que tienen distintos orígenes, características físicas y de carácter.
Pero entre tanta diversidad felina, hay una raza en particular que ha logrado distinguirse gracias a sus características físicas bien peculiares. Se trata del gato Sphynx, también conocido como el gato egipcio, esfinge o gato sin pelos, debido a que es una de las pocas razas de gatos que es lampiña, lo cual le da una apariencia bastante elegante, llamativa y exótica, que algunos han llegado a decir que parece un ser de otro planeta.
Sin embargo, detrás de ese aspecto único, aguarda un minino que solo tiene amor para dar, pues es una raza de gato súper cariñosa y dulce, que le encanta estar acompañado de su dueño, dando y recibiendo mimos. En este sentido, para quienes sientan interés por estos felinos, hablaremos sobre cómo es el gato Sphynx, la raza que no tiene pelo.
Orígenes del gato Sphynx o egipcio
Aunque su nombre indica que el origen de los gatos sin pelo es Egipto, la verdad es que fue en Canadá donde se avistaron los primeros ejemplares de este tipo de mininos, los cuales surgieron de forma natural en una camada de padres con pelo. Lo que significa, que su aspecto y carencia de pelos, se debe a una mutación en los genes.
En la década de los 80, distintos criadores de Europa y Norteamérica, se dieron a la tarea de conservar y hacer más fuerte el fenotipo de los gatos sin pelo, para así obtener una raza más sana y sólida. De este modo, para las siguientes décadas, el gato egipcio por fin se admitió como raza oficial, y con ello, el auge de la misma.
Características físicas del gato egipcio
El gato Sphynx se caracteriza por ser de tamaño medio, con una complexión musculosa y robusta. Esto se debe a que su tórax es ancho, el cuello es largo y su barriga tiene la forma de una pera; mientras que su cabeza es triangular, con orejas grandes como las de los murciélagos, la nariz pequeña y los ojos grandes.
Sin embargo, lo que llama realmente la atención de estos gatos es su falta de pelos en el cuerpo, lo cual es algo irresistible para las personas, quienes al estar cerca de un ejemplar de estos felinos, no pueden evitar sentir la necesidad de acercarse y tocarlos. Y es que muchos pueden pensar que al tacto pueden ser ásperos y rugosos, pero la realidad es que se sienten suaves, como piel de gamuza.
Su carácter o comportamiento
A pesar de su cara seria, el gato esfinge tiene un carácter súper dulce, afectuoso y cariñoso, por lo que le encanta estar siempre cerca de sus dueños, buscando su contacto y sus caricias, y cada vez que puede, acurrucarse plácidamente. Asimismo, en los días fríos, su lugar preferido suele estar debajo de las mantas o en el mismo jersey de sus dueños, pero esta condición no es solo con las personas, ya que los gatos egipcios son muy sociables con otros animales, con quienes les gusta jugar a perseguirse y hacer carreras.
En este sentido, son gatos bastante juguetones, que les gusta saltar, correr, subirse en lugares altos; y por su inteligencia, son capaces de aprender muy rápido, por lo que si se les enseña, pueden jugar incluso a buscar y traer la pelota.
Finalmente, es importante mencionar que el Sphynx es un minino bastante comunicativo, que siempre está ronroneando cuando se encuentra a gusto, de forma que si se le habla, este gato maullará como respuesta. Y si en algún momento no recibe la atención que precisa, se hace cargo mediante maullidos pequeños para desviar la atención hacia él.