El precio suele ser una de las principales cosas que consideramos al comprar un micrófono. Y aunque se trata de un aspecto muy importante, es posible conseguir opciones de calidad a buen precio. Sí, el precio puede ser sinónimo de buena calidad, pero también hay aspectos técnicos a considerar. Elegir un buen micrófono es posible, y aquí te diremos cómo.
Lo primero que debes evaluar antes de hacer cualquier cosa es definir para qué lo quieres. Aunque no lo creas, existen micrófonos para diversas actividades. Por ejemplo, unos son ideales para cantar, otros para grabar en directo o incluso para hacer podcasts. Una vez que tengas esta información en mente, podrás partir de allí para hacer una buena elección de micrófono.
Considera el patrón polar
El primer consejo para elegir un buen micrófono es evaluar el patrón polar. Dicho patrón es la forma del campo de sensibilidad que tiene el micrófono, la cual influye en los sonidos que acepta e ignora. Para que entendamos mejor este punto, hablaremos de los patrones de manera más específica:
- Patrón polar (Omnidireccional): Un micrófono con este patrón tiene la capacidad de responder a sonidos provenientes de cualquier dirección.
- Patrón polar (Bidireccional): Se le conoce también como micrófono de figura 8. Su función es captar los sonidos de lado y lado, pero excluyendo las resonancias de al frente y detrás.
- Patrón polar (Cardiode): Gracias a que tiene una forma de corazón, es más sensible a los sonidos de frente y hacia los lados. Pero rechaza los sonidos de dirección opuesta.
- Patrón polar (Súper-cardiode): Los micrófonos con patrón súper-cardiode suelen rechazar más el ruido de los laterales, pues se enfoca más en la punta.
- Patrón polar (Híper-cardiode): Es conocido también como unidireccional, y se refiere al patrón que tiene mayor sensibilidad en el frente, y menos a los lados. Sin embargo, pueden captar un poco en la dirección contraria.
Confirma la sensibilidad
Esto significa que hay que evaluar qué tan sensible resulta ser el micrófono a la detección de los sonidos. Un detalle relevante es que cuanto más sensible es un micrófono, más sonidos logra captar. Aunque parezca un aspecto básico, la realidad es que tiene mucho peso. De ello va a depender el tipo de instrumentos que podamos captar y el lugar donde los podamos utilizar.
Evalúa el nivel de presión sonora
Para elegir un buen micrófono es necesario confirmar este aspecto, pues describe el volumen máximo de decibeles que puede manejar un micrófono. En esencia, podemos decir que se trata de lo opuesto a la sensibilidad. Un aspecto como este indica la mayor cantidad de presión sonora que puede resistir la estructura electrónica de un micro, antes de que comience a distorsionar el audio.
Compara el rango dinámico
Cuando hablamos del rango dinámico nos estamos refiriendo a la diferencia entre la sensibilidad y la presión sonora. Es decir, se puede apreciar el nivel máximo de presión sonora que un micrófono puede captar sin distorsionar en comparación con los sonidos más bajos que pueda captar según su sensibilidad. Este hecho es vital para todos los aspectos, en especial cuando se trabaja en espacios cerrados.
Estima el efecto de proximidad
Este efecto esencial para elegir un buen micrófono, hace que las frecuencias graves se vuelvan más pronunciadas a medida que la fuente de sonido o la voz se acerca al micrófono. Por eso, es un factor tan relevante para quienes son locutores de radio, pues crea un efecto de voz grande e imponente. Otros podrían seleccionar un micrófono con mayor efecto de proximidad para resaltar los tonos graves.
Nota: En la mayoría de los casos, los micrófonos de condensador producen más efecto de proximidad que los micrófonos dinámicos.