Saber cómo degustar un vino es mucho más que saber probar un vino y decir si es bueno o malo. Realmente, la degustación de vinos es simplemente un arte, especialmente cuando degustamos vinos de la http://vinumenoteca.es que son increíblemente frescos, deliciosos y llenos de sabores mágicos.
En una degustación tienes que involucrar todos tus sentidos, incluso entender que el éxtasis del sabor es una reacción mental, además de una reacción física de extremo bienestar. La experiencia sensorial de degustar vinos de España o europeos es simplemente una miríada de explosivos sabores frutales y a madera que van a hacer que tus papilas gustativas exploten del éxtasis y además se acostumbren a que seas un experto cuando de degustar vinos se trata.
Cómo involucrar el sentido de la vista en una buena degustación
Lo primero que hay que hacer para vivir esta experiencia multisensorial es usar la vista y observar a través del cristal de la copa. Tan solo mirar un vino puede darnos datos importantes como la edad del mismo, su cuerpo e incluso su calidad y edad. Un vino joven es un vino lleno de brillo y color, además de que son muy transparentes y con una claridad excepcional. Los vinos con más edad son mucho más densos y profundos, además de que se notan apagados, por lo general. También, hay que recalcar que un vino claro es un vino puro, limpio y de calidad excepcional.
Además, recuerda ver cuidadosamente las lágrimas y piernas del vino que estés degustando, esas gotas que se agrupan en las paredes del cristal de bacará. Cuando observas el fenómeno de las lágrimas verás mucho más allá de lo que ven las personas que no saben degustar porque estarás midiendo la cantidad de alcohol y viscosidad de tu vino español, europeo, australiano, argentino o chileno.
Si tu copa de cristal tiene lágrimas lentas, quiere decir que estás degustando un vino con gran cuerpo y contenido alcohólico. Ya después de haber visto tu copa de vino, entran en juego los otros sentidos en tu degustación exhaustiva.
Integrando el olfato
La segunda fase para saber degustar delicadamente tu vino, radica en inhalar los exquisitos aromas del vino que te han ofrecido. ¿Qué olores pueden llegar a tu acuciosa nariz? Pues, olores terrosos, con varias especies o madera y con flores, así como olores frutales espectaculares. ¿Cómo percibir los olores y denominarlos?
Bueno, estos se clasifican en olores primarios, secundarios y terciarios. Los olores primarios provienen de la uva, los secundarios de la fermentación, incluyendo notas como de lácteos, levadura o pan, y los olores terciarios que identifican olores madereros, de cuero o de tabaco. Ya haciendo tu degustación olfativa, verás que comprender mucho más tu vino y ya has integrado otro sentido para disfrutarlo completamente.
Ahora, ¡degústalo!
Ya para finalizar, debes usar el sentido más involucrado en la experiencia, ¡el gusto! Degusta pequeños sorbos y que el vino que estás probando moje tus labios e inunde tu boca de sabores exquisitos. Recuerda cotejar la textura y los sabores que vayas encontrando. Los sabores pueden ser:
- Afrutados
- Dulces
- Ácidos
- Amargos
- También considera la textura, que determina si un vino es ligero o fresco.
Además, recuerda experimentar el retrogusto que es el sabor que quedara en tu boca después de degustar tu vino. Un retrogusto que sea agradable y se lleva tu tiempo, indica que consumes un vino de excelente calidad.
Conclusión
La degustación de un buen vino involucra una experiencia extrasensorial. Cuando sabes como ver, olfatear, degustar un vino, podrás entender que tan bueno es el vino que te han ofrecido. ¡Disfruta el proceso y descubre los mejores vinos de España, Europa, Argentina, Australia y Chile por ti mismo!






