Para esta labor, se cuenta con los sistemas de riego, existiendo diferentes proveedores y tipos de riego que se adaptan a la perfección al uso que se le vaya a dar. Este sector en los últimos años se ha desarrollado y el interesado encontrará desde las opciones más sencillas hasta las más sofisticadas para el riego.
El objetivo de los sistemas de riego es usar la cantidad de agua justa que es necesaria y no malgastarla y al contar con uno es necesario estudiar su rentabilidad, teniendo en cuenta aspectos sociales y ecológicos. No es lo mismo contar con un sistema de riego para unos jardines residenciales, que para una vivienda particular o para campos de golf.
Los tipos de sistema de riego más usados o más importantes son los indicados a continuación y se pretende asesorar al consumidor, aunque siempre se recomienda acudir a empresas de riego, para así escoger el modelo que más se adapte a las necesidades, existiendo además cantidad de variantes para conseguir tal propósito.
Riego por aspersión
En el riego por aspersión se lanza el agua hasta un punto para humedecer una zona determinada, para ello es preciso saber el área que necesita el riego. Habitualmente se combinan varios aspersores para que se evite que se queden zonas secas sin regar y se puede elegir la fuerza de este tipo de riego, que se mide en presión por centímetro cuadrado.
La persona interesada podrá escoger entre baja presión, que cuenta con un alcance de 12 metros aproximadamente, presión media en la que el alcance aumenta a 25 metros o presión alta, que llega hasta los 60 metros de distancia.
Este tipo de riego tiene sus ventajas e inconvenientes. Entre sus ventajas se encuentra el hecho de que se puede ajustar la potencia a las necesidades y que, por lo tanto, las plantas no sufran ningún daño; y como inconvenientes es que por la humedad que provoca en raíces puede desembocar en posibles enfermedades de las plantas y que requiere de mucho control a la hora de la colocación correcta de cada uno de los aspersores.
Riego por goteo
Es el sistema de riego por excelencia en zonas en las que el agua es escasa, ya que la optimización del agua con este sistema es perfecta. Este método se basa en la distribución del agua por medio de goteros, que humedecen las raíces de las plantas de forma individual.
El riego por goteo o riego gota a gota cuenta con varias opciones de instalación. Por un lado, está la posibilidad de que cuente con una tubería de goteo que se distribuye en la zona que se desea regar y se le van pinchando goteros para proporcionar el agua de forma controlada. Por otro lado, existe la posibilidad de que se adquieran las tuberías con los goteros incorporados que permiten disponer de distintos caudales, lo que asegura que no haya pérdidas de agua al no tener que manipular la tubería y el ahorro de agua sea aún mayor.
Entre sus ventajas destaca el indicado anteriormente ahorro de agua y reduce la aparición de plagas y de malas hierbas. Y las desventajas que presenta este sistema de riego es que la inversión económica para su instalación es elevada y la posibilidad de obstrucción en los goteros y canales de riego.
Riego automático
En último lugar, informar sobre los sistemas de riego automático, complementarios al riego por aspersión o por goteo. Gracias a este tipo de riego se ahorra tiempo, ya que no es necesario que una persona esté atenta de abrir o cerrar el agua cuando la zona esté húmeda, siendo una de las opciones más productivas y cómodas a la hora del riego.