¿Sabías que el corazón es como un pequeño motor que nunca para? Este increíble órgano tiene la misión de bombear sangre a todo el cuerpo, como si fuera un repartidor express de oxígeno y nutrientes. Por ende, es crucial cuidarlo y mimarlo porque sin él, no existiríamos.
Según la Fundación Española del Corazón, una de las enfermedades de mayor riesgo para el corazón es la hipertensión, pudiendo provocar infartos y accidentes cerebrovasculares. A fin de prevenir esto, hay dos aliados en el mundo de las vitaminas que ayudan a mantener sano tu corazón: la Vitamina D3 y K2. Hay estudios, como el llevado a cabo por la Universidad Libre de Ámsterdam, que demostró que niveles bajos de estas dos vitaminas incrementarían el riesgo cardiovascular.
¿Por qué es importante este dúo dinámico para el corazón? Entraremos en más detalles en este artículo, así que no te lo pierdas.
Vitamina D3 y K2 para un Corazón Sano
La vitamina D3, también conocida como colecalciferol, es una forma de la vitamina D producida en la piel en respuesta a la exposición al sol. Por eso, se le llama “la vitamina del sol”. Esta vitamina no solo es esencial para la salud ósea, sino también para la salud cardiovascular. La vitamina D3 ayuda a aumentar y regular el calcio en el organismo, lo que es esencial tanto para la salud ósea como para el sistema cardiovascular.
La vitamina K2, o menaquinona, también es fundamental para la salud del corazón pues interviene en la activación de ciertas proteínas que regulan el depósito de calcio en el cuerpo. En específico, activa la proteína osteocalcina, que dirige el calcio hacia los huesos y lo aleja de los vasos sanguíneos.
Ahora que sabemos sus funciones por separado, ¿cómo se unen estas dos vitaminas para cuidar el corazón? Mientras la D3 aumenta la absorción de calcio, la vitamina K2 se asegura de que este mineral se deposite en los lugares adecuados, como los huesos, y no en las arterias, previniendo la calcificación arterial. Un estudio llevado a cabo con suplementación de vitamina D3 y K2 a un grupo de pacientes con calcificación de la arteria coronaria por un lapso de tiempo arrojó resultados positivos, pues los pacientes mostraron una reducción en la progresión de esta enfermedad, mejorando su calidad de vida.
Por otra parte, otro de los beneficios de las vitaminas D3 y K2 es que poseen propiedades antiinflamatorias, lo que ayuda a reducir la inflamación en los vasos sanguíneos, factor clave para las enfermedades cardíacas.
¿Cómo obtener vitamina D3 y K2?
Una de las fuentes para obtener estas dos vitaminas es a través de los alimentos. La vitamina D3, aparte de conseguirla de la exposición al sol, también la podemos encontrar en algunos pescados, como el salmón o el atún, la yema del huevo, o incluso el hígado de bacalao. Por otra parte, la vitamina K2 se puede encontrar en quesos fermentados, como el natto, o en algunas verduras frescas, como el brócoli, el repollo, los espárragos o algunas especias, como el curry. Si no eres muy propenso a incluir estos alimentos en tu dieta, la mejor opción son los suplementos de vitamina D3 y K2. Inclúyelos en tu dieta y no solo fortalecerás tus huesos, sino también tu corazón.