¿Quién no ha tenido problemas con las matemáticas? ¿O con el inglés? A pesar de que nosotros no pudimos contar con el privilegio de las clases particulares online, muchos tuvimos que recurrir a un experto en estas materias con el objetivo de reforzar conocimientos en un horario fuera del colegio. Y así conseguimos aprobar asignaturas que nos parecían una montaña imposible de coronar.
En la actualidad, estas clases de refuerzo han evolucionado y ya tampoco deben ni siquiera ser físicas, sino que pueden ser online. Se están posicionando como un recurso tan válido como eficaz. Pero, alcanzar las expectativas de todos tus alumnos no es tan sencillo. ¡Apunta estos consejos!
La experiencia es un grado
Las personas que ofrecen clases particulares, normalmente, son expertos en esas materias o cuentan con el grado en magisterio. Obviamente, está claro que sus conocimientos en matemáticas o en idiomas no admiten discusión alguna, aunque quizá no todas estas personas sean capaces de transmitir de manera correcta esos conocimientos a su alumno.
La forma de comunicarse es otro factor de importancia máxima. Y sí, también debe aprenderse y, como todo en esta vida, esto mejora en función de las horas de vuelo. Ya saben aquello que indica que la experiencia es un grado.
La experiencia se va adquiriendo y también puede potenciarse siguiendo una serie de consejos de aquellas personas que ya cuentan con varios años como profesores de clases particulares. Otra alternativa está en seguir las siguientes pautas a la hora de prepararse el primer día como profesor de refuerzo. Nos centraremos en tres aspectos clave, los cuales deberán seguir trabajándose (o adaptándose a las circunstancias) durante el tiempo siguiente a ese primer día de colegio.
Planificación y conexión con el alumno
Empecemos por el contenido. El profesor deberá preparar el temario con la suficiente antelación al comienzo de la clase. Debe tener correctamente estructurado de qué va a hablar; cómo lo va a transmitir y qué conclusiones o tareas dejará dadas a su alumno. Nada debe dejarse a la improvisación. ¿Y posteriormente a esa primera clase? En función de los conocimientos del alumno siempre es aconsejable revisar esa estrategia de clases que se haya planificado.
La dificultad aumenta un grado cuando hablamos de la conexión que debe establecerse entre profesor y alumno. Sucedía en persona y ahora, con la distancia y frialdad de las máquinas, el profesor debe saber ganarse la confianza del alumno y éste, claro está, también debe sentirse identificado con la figura del profesor, que le está ayudando en sus tareas. Como en el caso anterior, este factor también debe evaluarse de manera constante y trabajarse a largo plazo.
¿Cómo conseguirlo?
¿Cómo conseguir alcanzar esa meta deseada? Aparte de marcarse unos objetivos educativos (el aprobado es uno de ellos), el profesor deberá ofrecer un material didáctico de forma clara, concisa y amena. De manera que el alumno se interese por esa materia. Y que lo entienda de manera sencilla, por lo cual la forma de explicar esos conocimientos debe ser lo más clara posible en cuanto a la comunicación. Esto requiere de un gran esfuerzo porque el alumno no siempre está a favor, ya que considera que esa asignatura es inalcanzable.
Quizá sea conveniente que el alumno también explique sus sensaciones, sus preocupaciones y conozca el motivo de cada tarea. Profesor y alumno deben ser un mismo equipo.