¿Llegó el frío y al momento de abrir el armario de invierno te diste cuenta que los jerseys tienen bolitas por su desgaste, que la chaqueta no te entra y que las camisetas están manchadas? Dudo que hayas tenido tanta mala suerte junta pero igualmente aquí tienes algunas recomendaciones para cuidar el bolsillo y hacerle frente a las bajas temperaturas.
Llenarse de básicos y combinarlos
Un tapado liso beige o negro, blue jeans y una camiseta blanca son la clave del éxito. La combinación puede ser muy buena para mujeres o para hombres, ya que la moda es cada vez más fluida. El punto es que es fácil verse bien con poco.
Si tu armario está lleno de básicos, será muy fácil combinarlos y lograr un outfit ganador en pocos minutos.
En el caso de las camisetas, puedes prestar atención a su confección y a que te quede bien el talle, pero no gastes de más simplemente porque es posible que no las muestres mucho durante el invierno. Presta atención a la comodidad y al precio.
Comprar camisetas al por mayor es una opción a considerar, sobre todo si hay varias personas en la casa que las necesiten. Es posible hacer una gran compra y dejar a todos conformes con esta prenda que es la reina de las básicas.
Agregar color con los accesorios
La contracara de tener un armario de básicos es que puede volverse un poco repetitivo o descolorido. La forma de revertir esto es conseguir pañuelos, bufandas, guantes, bandoleras y otros accesorios que tengan mucho color.
Los accesorios suelen ser más económicos que las prendas, entonces puedes tener toda la variedad en este rincón. Consíguelos en tonos vibrantes como amarillo, rojo o verde claro y combínalos con tus básicos. Es un buen lugar para experimentar con las texturas también.
Comprar una buena chaqueta de invierno
Pasar frío no solamente es desagradable, también es peligroso. Si vives en una ciudad cuyas temperaturas nunca son inferiores a cero grados, puedes tomarte este consejo un poco a la ligera, pero si vives en un lugar con nieve o con temperaturas bajo cero es muy importante que tengas una chaqueta abrigada de verdad, ya que la exposición prolongada al frío puede traer problemas como pie de trinchera, sabañones o cuadros de hipotermia.
Por este motivo, no es posible ahorrar en esta compra: la chaqueta de invierno tiene que ser de buena calidad. Sin embargo, un abrigo térmico no tiene por qué ser demodé. La sugerencia es que ésta sea de un color neutro: gris, negro, beige o blanco si estás dispuesto a lavarlo seguido.
Usar la ropa buena solamente fuera de casa
A veces nos da pereza cambiarnos y nos dejamos puesta la misma ropa del trabajo dentro de casa. Esto no es muy conveniente, ya que a la ropa buena tenemos que cuidarla. Dóblala, cuélgala y guárdala en un lugar seguro que no tenga humedad.
Así, notarás que tu “ropa buena” dura más tiempo. Además, poniéndote un chándal de entrecasa vas a estar mucho más abrigado y a gusto. Lo mejor de todo: puedes tomarte un chocolate caliente en el sofá sin miedo a mancharte.
Reciclar
No le tengas miedo a la ropa que tu madre, padre, hermana o primos tienen para darte. Que a ellos no les entre o no les guste no significa que no pueda ser un auténtico tesoro. A veces esas prendas han sido compradas en la vorágine de un black friday o en las rebajas y ni saben por qué están en sus armarios. Si no están muy desgastadas, te pueden servir.
Para recibir hay que saber dar también. Limpia de tus cajones lo que no uses y dale prioridad a las prendas del día a día. Tus rutinas serán más fáciles y podrás darle esa ropa a alguien que le sirva. Si tienes el armario ordenado solo con las prendas que usas habitualmente, probablemente sea más fácil mantener tu estilo.