Se trata de una figura que se ha vuelto muy importante, teniendo en cuenta que se necesita contar con uno de estos profesionales en numerosas ocasiones, especialmente, cuando se trata de casos judiciales. Además, para desarrollar su actividad de la mejor forma posible, es imprescindible que estos expertos vayan de la mano de abogados especializados en cada materia.
Ocurre, a veces, que las personas se ven envueltas en un proceso legal o judicial. Esto se puede dar por muchos motivos, si bien es cierto, en cualquiera de ellos es esencial contar con los profesionales adecuados para llevar a cabo este tipo de procedimientos. Aunque en la mayoría de ocasiones, cuando se dan estas situaciones, lo habitual es contratar los servicios de un abogado, a pesar de que esto está bien, también es esencial contar con un procurador en Madrid o en cualquier ciudad en la que se tengan que realizar estos trámites.
Muchas personas desconocen la importancia que tienen este tipo de profesionales, y es por ello que, a lo largo de este artículo, se va a explicar qué es un procurador y las principales funciones que puede llevar a cabo.
¿Qué es un procurador?
Al hablar de procurador se está haciendo referencia a un profesional, licenciado en Derecho, que se vuelve una figura indispensable para representar a sus clientes en los procesos legales que sean necesarios.
Se trata de un especialista que se encarga de temas tan importantes como recibir las notificaciones del juzgado, o redactar y presentar los documentos correspondientes ante el juez.
Lo habitual en cualquier proceso de jurisdicción civil es que esté presente siempre un procurador, no obstante, en los juicios verbales, esta figura no es obligatoria, en el caso de que las cantidades que se reclamen no sean superiores a 2.000 euros. También es importante mencionar que, si el caso que ocupa va por la vía penal, el procurador solo es obligatorio cuando se va a presentar una querella.
Principales funciones de un procurador
Al igual que ocurre con otros especialistas, en el caso de los procuradores, las funciones a desempeñar podrán variar en función del caso que lleven. En cualquier caso, entre las funciones más habituales se encuentra la de representar a los clientes frente a los tribunales y los juzgados, o gestionar las tasas judiciales que conlleva esta representación, así como abonarlas.
De igual modo, como ya se ha mencionado anteriormente, estos profesionales son los que reciben las notificaciones correspondientes, y se encargan de controlar los plazos y vencimientos.
También, son los que presentan los escritos en cada caso, y los redactan, además de realizar trámites de oficios o exhortos.
Otras funciones que suelen llevar a cabo tienen que ver con publicar anuncios oficiales o edictos, ya sea en los boletines oficiales, periódicos o cualquier otro medio, así como encargarse de las diligencias oportunas.
Por último, los procuradores son los que llevan a cabo cualquier otro tipo de gestión que sea esencial para que el proceso judicial se desarrolle de manera adecuada.
¿Cómo debe ser un procurador?
Como no podía ser de otra manera, los procuradores también deben cumplir una serie de requisitos para llevar a cabo su actividad de la mejor forma posible. De esta manera, es esencial que estos profesionales tengan la titulación en Derecho, o estudios relacionados y relevantes. Además, a todo ello hay que añadir que deben contar con un máster específico para ser procurador, y por supuesto, estar colegiado.
Además de esta parte oficial, otras cualidades que debe tener un procurador tienen que ver con ser empático, manejar a la perfección el tema, incluyendo todas las actualizaciones de legislación o normativa, ofrecer un trato cercano y estar disponible para sus clientes, entre otras cosas.
¿Es igual que un abogado?
No exactamente. Aunque ambos perfiles tienen como objetivo principal defender los derechos de los usuarios, los abogados, en este caso, se encargan más de asesorar a los clientes, así como de negociar ciertas situaciones. El procurador, por su parte, lleva más peso en la representación, además de elaborar diferentes documentos o escritos.