El mantenimiento preventivo y correctivo para puertas industriales es un servicio que tiene por objetivo garantizar el correcto funcionamiento de estos sistemas de cerramiento. Se trata de una medida de seguridad que a largo plazo ofrece el beneficio de prevenir daños que podrían ser difíciles de solucionar.
Además, en estos entornos se deben implementar medidas que puedan ayudar a prevenir accidentes laborales. Por ello, empresas como Doorme ofrecen un servicio profesional e integral. No solo dirigen toda la operación, también diseñan planes personalizados a medida de las necesidades del cliente.
¿Cuándo hay que realizar el mantenimiento?
La frecuencia de las revisiones y puesta en práctica de ciertos procedimientos, como el de limpieza, se deben hacer periódicamente. Es decir, se establece previamente un lapso de tiempo específico que puede ser mensual, bimensual, trimestral o incluso semestral. Asimismo, se recomienda respetar esta medida de tiempo y crear un cronograma a seguir, que haya sido adaptado a las necesidades a cubrir de la puerta.
También hay que considerar cuáles han sido las indicaciones dadas por el fabricante de dicha puerta. Por eso se considera que existe una gran variedad de tipos y modelos de puertas, a los cuales cada fabricante añade distintas características estructurales en su diseño.
Por consiguiente, cada caso debe atender exigencias específicas, comprendiendo el funcionamiento y el uso con el cual se mantiene en funcionamiento la puerta. A medida que aumenta, son mayores las probabilidades de causar desperfectos y eventualmente el desgaste.
Igualmente, para el mantenimiento puertas industriales hay que considerar las indicaciones dadas por la normativa de seguridad industrial vigente. Se reconoce con el número UNE 85635 y en ella se indica cuáles son los requisitos específicos de instalación, uso, mantenimiento y modificación. No solo aplica a puertas industriales, también a portones instalados en espacios destinados a actividades comerciales. Allí se indican con detalle las periodicidades mínimas recomendadas en función del uso.
Estos son algunos ejemplos de las indicaciones que se deben seguir.
- Las puertas de uso estacional requieren supervisión cada 12 meses.
- Las puertas ubicadas en zonas de traslado de vehículos (entre 5 a 60 por cada hora), requieren supervisión cada 4 o 6 meses.
- Aquellas que están instaladas en zonas donde se ejecutan labores asociadas al comercio, necesitan supervisión bimestral.
- Los modelos de puertas enrollables generalmente necesitan inspecciones anuales o semestrales.
¿Por qué hay que realizar el mantenimiento de las puertas industriales?
El mantenimiento de puertas industriales es básicamente una serie de procedimientos preventivos, que tienen la finalidad de garantizar a corto plazo el buen funcionamiento, y a largo plazo prolongar la vida útil. Asimismo, se identifican a tiempo posibles fallos en el sistema que pueden ser solventados mediante la aplicación de soluciones viables y poco invasivas.
Otra razón a destacar es la seguridad para los usuarios y trabajadores que hacen uso continuo o eventual de estas puertas. Sus mecanismos están expuestos al inevitable deterioro por el uso y el desgaste de algunas de sus piezas. Por consiguiente, la reparación o reemplazo de las mismas debe hacerse a tiempo.
Igualmente, desde el punto de vista económico, estos procedimientos permiten reducir el riesgo de daño o pérdida en los equipos. Además, cuando se aplican medidas de seguridad preventiva ante accidentes laborales, las personas que utilizan estas puertas no van a experimentar situaciones que las pongan en riesgo.
Recordemos que las puertas están expuestas a diversos agentes que las deterioran como la humedad y otras condiciones climáticas, los cuales pueden ocasionar la oxidación de partes mecánicas elementales. Asimismo, el continuo uso puede ocasionar que el mecanismo de cierre y apertura deje de funcionar correctamente.
Por ello, el mantenimiento reduce notablemente las probabilidades de que se presente cualquier fallo. Las averías que son graves pueden exigir hacer una gran inversión económica para el reemplazo de ciertas partes o la puerta como tal. En consecuencia, es una pérdida económica dado que se espera que estas puertas, con un adecuado mantenimiento, tengan una prolongada vida útil de varios años.