La terapia génica es una técnica transformadora que está revolucionando la medicina moderna. Se trata de un enfoque innovador en el tratamiento de diversas enfermedades, que consiste en introducir genes sanos en las células de un paciente para corregir las mutaciones o deficiencias que causan enfermedades graves. A partir de la comprensión de los genes y su función, esta terapia se destaca como una estrategia potencialmente curativa para una amplia variedad de trastornos genéticos, cánceres y enfermedades infecciosas.
¿Cómo funciona la terapia génica?
La terapia génica funciona mediante la modificación de los genes del paciente para curar o prevenir enfermedades. Esta técnica se lleva a cabo mediante la introducción de un nuevo gen directamente en las células del paciente para reemplazar un gen defectuoso o dañado, o para proporcionar una nueva función a las células.
De forma general, existen dos tipos de terapia génica:
Terapia génica somática:
Esta terapia se utiliza para tratar enfermedades que afectan solo a ciertas células del cuerpo. Durante este tipo de terapia, se introduce la terapia génica en células somáticas (no reproductivas) del cuerpo, como las células de la piel o las células hepáticas, para corregir la anomalía genética asociada con la enfermedad.
Terapia génica germinal:
Esta terapia se utiliza para tratar enfermedades que se transmiten de una generación a otra y que afectan a las células reproductoras, como los óvulos y los espermatozoides. En este caso, se introduce la terapia génica en las células reproductoras del paciente para prevenir que la enfermedad se transmita a las generaciones futuras.
¿Cuáles son las enfermedades que se pueden tratar con la terapia génica?
La terapia génica es una técnica que puede ser utilizada como tratamiento en una amplia gama de enfermedades, incluyendo:
Cáncer:
La terapia génica puede proporcionar una nueva forma de tratamiento contra el cáncer. Esta técnica se utiliza para disminuir la cantidad de células cancerosas o para mejorar la efectividad de los tratamientos actuales.
Enfermedades metabólicas:
La terapia génica puede ser utilizada para tratar enfermedades metabólicas, como la enfermedad de Gaucher, la enfermedad de Niemann-Pick o la enfermedad de Pompe. Estos trastornos se derivan de una disfunción enzimática, y la terapia génica se puede utilizar para proporcionar al cuerpo una enzima funcional que falta.
Enfermedades cardiovasculares:
La terapia génica también puede ser utilizada para tratar enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad de la arteria coronaria o el ataque cardíaco.
¿Qué se puede esperar de la terapia génica en el futuro?
A medida que la investigación en terapia génica continúa evolucionando, se esperan grandes avances en la ciencia médica. En el futuro, la terapia génica podría ser utilizada en una variedad de enfermades, como enfermedades neurodegenerativas, enfermedades autoinmunes o enfermedades inflamatorias.
No obstante, además de las preocupaciones éticas y los posibles efectos secundarios, la terapia génica también enfrenta evaluaciones rigurosas antes de ser aprobada para su uso en pacientes. En resumen, la terapia génica se posiciona como una estrategia esperanzadora para curar y prevenir enfermedades graves y conformar el futuro de la medicina moderna.