Hace años, era la mujer la que llevaba los temas domésticos. El arte de gestionar el presupuesto doméstico también era propio de la mujer. En la actualidad, los papeles familiares se han equilibrado. Por lo general, tanto la mujer como el hombre trabajan y los dos gestionan los gastos. Por lo tanto, merece la pena reflexionar sobre cómo repartir los fondos comunes de forma inteligente. ¿Es mejor invertir los ahorros o dejarlos en una cuenta bancaria? ¿Qué trucos para ahorrar se emplean en los hogares? ¿Cómo hacer que el presupuesto no se vaya agotando, sino al contrario, que vaya aumentando para poder cubrir gastos imprevistos?
¿Cómo planificar el presupuesto a largo y corto plazo?
Planificar el presupuesto es la mejor manera de limitar y controlar los gastos. Normalmente, la gente lo hace en periodos semanales o como mucho mensuales. De este modo, entran en un bucle de limitaciones entre nómina y nómina. Sin embargo, planificar el presupuesto a largo plazo es la única manera de conseguir ahorros de verdad. Por lo tanto, no solo tienes que meditar bien las compras habituales de cada mes, sino que también debes contemplar los ahorros necesarios para poder irte de vacaciones o comprar regalos sin riesgo de endeudarte y recurrir a productos inciertos como los créditos rápidos online. Para planificar el presupuesto, lo mejor es empezar analizando los gastos durante dos o tres periodos. De este modo, puedes pronosticar fácilmente lo que te vas a dejar en los meses siguientes. A la hora de planificar el presupuesto anual, determina cuántos ahorros vas a necesitar para los gastos imprevistos. Una buena práctica consiste en poseer una cuenta de ahorros separada a la que transferir lo que pretendas ahorrar ya el día que recibas la nómina. Y si es posible, que no se pueda sacar dinero de esa cuenta fácilmente.
Métodos útiles para reducir gastos
No es posible aumentar los ahorros sin reducir los gastos. Los hogares estáticos gastan una gran parte del presupuesto en productos alimenticios. Por lo tanto, recomendamos preparar el menú semanal con antelación. Si solo compras lo necesario sin pensar en qué vas a cocinar cuando ya estés en la tienda, ahorrarás tanto tiempo como dinero. Antes de planificar las comidas para la semana que viene, te recomendamos echar un vistazo a los catálogos de las tiendas. De este modo, podrás preparar los platos según las rebajas y promociones actuales. No obstante, estas promociones deben estar disponibles en tus tiendas de cercanía, ya que si coges el coche para comprar en rebajas en un supermercado alejado, al final acabarás gastándote más por la gasolina.
Crisis presupuestaria: ¿cómo cubrir gastos inesperados?
Por muy eficaz que sea tu planificación del presupuesto y aunque hayas generado bastantes ahorros, se pueden dar situaciones en las que los gastos superan a tus posibilidades financieras, y simplemente son gastos necesarios. Si puedes tirar del débito de tu cuenta o de tu tarjeta de crédito sin cuotas adicionales, recomendamos que lo consideres. Sobre todo si el dinero que recibirás en tu próxima nómina cubre dicho gasto. Sin embargo, si no tienes esa opción, los créditos rápidos online pueden sacarte del apuro. No obstante, fíjate bien en el plazo de devolución, no pidas nada que luego no puedas pagar a tiempo. Si no los devuelves en el plazo, normalmente incurres en penalizaciones altas.