No es nada sencillo ni para quien sufre la discapacidad física, ni para los familiares tener que lidiar con un cambio de circunstancias. De hecho, ante situaciones como estas es normal que se produzca una sensación de dolor, preocupación y ansiedad. Y en este sentido una de las cosas más importantes es qué hacer para que la persona lleve una vida normal.
Cuando hablamos de discapacidad física nos estamos refiriendo a una limitación funcional que surge a consecuencia de una deficiencia. Es por ello que la persona que lo padece siente un gran cambio en su vida cotidiana. Por eso, no nos sorprende ver que en algunos hogares haya ascensores para casas diseñados para facilitar la estancia de algún ser querido.
Discapacidad física – Importancia de acondicionar el hogar
Una de las grandes barreras que suelen encontrarse las personas con discapacidad física tiene que ver con el área arquitectónica. Es más, en ocasiones el principal problema va relacionado con el propio domicilio. Es decir, si una persona no se siente autosuficiente en su su propia casa, será mucho más difícil que logre hacerlo en otro tipo de espacios fuera de ella.
Como el domicilio es el lugar donde se originan las necesidades más básicas, podemos decir que es el punto clave en el proceso de adaptación. Si la persona con discapacidad física encuentra que las características de su domicilio no le permiten ser autosuficiente en su día a día, pudiera llegar a sentirse frustrada o hasta fracasada. De allí la importancia de adaptar el domicilio.
Punto 1 – Adapta los accesos y la movilidad
Este es el primer punto para hacer que una persona con discapacidad física logre llevar una vida normal en casa. Por eso, recomendamos evitar los desniveles quizás valiéndose de recursos como un ascensor unifamiliar para sillas de ruedas en caso de que la casa cuente con varias plantas. Además, es buena idea automatizar la apertura de puertas y vigilar la anchura de las mismas.
Punto 2 – Modifica el mobiliario y los suelos
Sin importar qué tipo de deficiencia física tenga la persona con discapacidad, se sugiere utilizar suelos antideslizantes y de superficie lisa. Escoger muebles con formas redondeadas a fin de evitar daños en caso de que haya tropiezo, y colocarlos de forma que limiten el paso. Por otro lado, en el caso de las estanterías y los cuadros, asegúrate que estén bien fijos en las paredes.
Punto 3 – Reestructura las instalaciones eléctricas
Todos los enchufes deben estar bien asegurados y colocados por lo menos 40 cm del suelo. Evita a toda costa utilizar alargadores o extensiones que puedan provocar caídas. Por otro lado, trata de mantener las luces y los apagadores en puntos estratégicos que faciliten el trabajo de la persona. Trata de colocar varios teléfonos inalámbricos por toda la casa para que el acceso sea mejor.
Punto 4 – Ajusta los espacios en los baños y el dormitorio
Los baños pudiéramos decir que son uno de los espacios que deben ser mejor estructurados, pues además de ser de espacio reducido, hay humedad. Por eso, se recomienda utilizar duchas grandes en vez de bañeras, no olvides colocar una alfombra antideslizante y barras para sostener. Además, asegúrate que la habitación de la persona esté en planta baja para mejor acceso.
¡Haz que el trabajo para ellos sea más sencillo!
Nos interesa que tanto tú como la persona con discapacidad física estén tranquilos y puedan llevar una vida normal. Por eso, te recomendamos que sigas cada uno de los consejos que aquí te hemos dado a fin de evitar problemas, caídas y golpes. Por otro lado, la instalación de un elevador doméstico es un gran recurso al cual puedes sacarle mucho provecho. ¡Así que no lo pienses más y pon manos a la obra!