Cuando se dice que una persona está completamente sana es porque se han evaluado todos los sistemas que integran su cuerpo y su mente. Ya lo dijo el médico y filósofo romano Juvenal en una frase que quedaría para las postrimerías de la historia: “mente sana en cuerpo sano”.
Por tanto, hablar de salud implica una nutrición adecuada a la edad y estilo de vida porque esta incide directamente en todos los sistemas del organismo (neurológico, circulatorio, musculoesquelético, digestivo, etc.). También involucra la integridad de los dientes y la psique. Dentistas y psicólogos deben participar en una evaluación para dictaminar que una persona no posee ninguna enfermedad. Vale la pena leer estos tips.
¿Por qué es importante ir al nutricionista?
Hay una falsa creencia arraigada de que solo hay que llevar una dieta sana cuando se desea bajar de peso. No obstante, acudir a un nutricionista online es algo que toda persona debería hacer como parte de su vida cotidiana.
Estos profesionales son capaces no solo de fijar los menús para cumplir con metas como adelgazar o ganar masa muscular. No. Su labor es muchísimo más importante: ayudan a que la gente común que trabaja, estudia, va a fiestas, toma vacaciones y hace comidas en familia adquiera hábitos alimenticios adecuados como una forma de vida y no solo en etapas determinadas.
Comer bien, sabroso, sano y según los requerimientos de cada persona es la labor más notable de los nutricionistas. Un levantador de pesa de 25 años no puede llevar la misma dieta de un estudiante de la misma edad que no hace deportes, por ejemplo.
En este ejemplo ambos son hombres jóvenes y de la misma edad, pero con formas de vida y actividades físicas diferentes. De allí la importancia de no seguir dietas que se consigan online o en revistas porque cada caso es distinto y necesita ser evaluado por un nutricionista.
Los dientes: grandes olvidados
La salud dental es quizás la gran olvidada por todos. Muchísimas personas acuden al dentista cuando hay dolor o molestias de algún tipo. Pero, las clínicas dentales en Salamanca son centros de salud que se deben visitar por lo menos una vez al año y desde la primera dentición de los niños aunque, en apariencia, todo luzca bien.
¿Por qué se recalca “en apariencia”? Porque solos los odontólogos pueden ver aquello que otros no. La mayoría de las enfermedades de dientes y encías son imperceptibles al ojo no versado de los dentistas.
Sin embargo, estos expertos pueden diagnosticar cualquier patología antes de que aparezcan los síntomas evidentes como infección o dolor. Por otra parte, determinar a tiempo que hay una enfermedad dental puede ser un enorme ahorro de dinero, más aún si no se posee un seguro que cubra estas contingencias.
Finalmente, pero no menos relevante, es que en las clínicas dentales es posible hacer diagnósticos de otros males mucho más peligrosos que una carie. Destacan la diabetes o el cáncer que pueden mostrarse tempranamente en la salud de los dientes.
Salud mental: manejar emociones diarias
No, no es necesario tener delirios o alucinaciones para ir a una terapia. El estrés del trabajo, las situaciones del día a día, la imposibilidad de enfrentar determinadas emociones con la familia, los amigos y los jefes son las razones cotidianas para buscar a los mejores psicologos.
Hay que desmitificar acudir a las consultas al psicólogo y verlo como una disciplina médica más que impacta directamente en la calidad de vida y en la salud integral. Estas son algunas de las ventajas de acudir a un psicólogo:
El psicólogo ayuda a mejorar el bienestar porque es alguien en quien se puede confiar y que no juzgará ninguna acción.
Así, al comunicar los sentimientos ante un profesional se consigue desprender una carga emocional, lo que da lugar a un proceso de liberación conocido como catarsis.
Asimismo, proporciona los recursos necesarios para gestionar las circunstancias cotidianas. Con las herramientas adecuadas, el psicólogo contribuye a afrontar el día a día. Los conflictos pueden surgir inevitablemente y las sesiones de psicoterapia enseñan mecanismos eficaces para lidiar con situaciones incómodas o molestas.