Como parte de la vida diaria, cuidar de la buena alimentación así como el buen descanso es vital. Sin embargo, hay que reconocer que ciertos factores del día a día influyen en todo esto. No es fácil disponer de tiempo suficiente para preparar una buena comida, o incluso para descansar las 8 horas correspondientes. Pero aún así, es necesario tomar conciencia sobre ello, pues el conjunto de malos hábitos puede llevarte a sufrir de la apnea del sueño.
Qué es la apnea del sueño
Se trata de un trastorno respiratorio que surge de manera frecuente y que con el paso del tiempo puede convertirse en un problema crónico. Cuando una persona padece de la apnea del sueño, sufre interrupciones de la respiración mientras duerme, algo que ocurre por el cierre de las vías respiratorias como las fosas nasales, la boca, la faringe y la laringe. Este corte frecuente de más de 30 veces por hora, hace que el oxígeno no llegue a los pulmones.
Dichos cortes de aire pueden ser desde unos pocos segundos, hasta incluso dos minutos. Por eso, cuando la persona recupera el aire, es normal que emita un ronquido muy fuerte. Además de generar grandes dificultades para dormir, quien padece de esta patología corre riesgos de sufrir presión arterial alta, diabetes u otros problemas del corazón. ¿Qué síntomas se producen? Ronquidos fuertes, cansancio durante el día, insomnio y somnolencia excesiva.
Uso de tratamientos contra la apnea del sueño
Un detalle que vale la pena resaltar, es que la apnea del suelo a menudo se relaciona con la obesidad. Por tanto, se recomienda llevar un ritmo de vida saludable, mantener un buen peso corporal, y dejar malos hábitos como el cigarrillo. Quienes sufren de este problema, suelen recibir recomendaciones como dormir boca abajo y evitar el consumo de alcohol y tranquilizantes. Si este tipo de sugerencias no funcionan, se implementa el uso de la presión del aire.
Este tipo de medidas se lleva a cabo de la siguiente manera: El paciente duerme con una máscara conectada a una máquina portátil, lo cual ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas. Se trata de una mascarilla nasal o naso-bucal, la cual debe usarse por las noches cuando la persona va a dormir, y se conecta a un aparato que se debe colocar cerca de la cama. El 90% de las personas que hacen uso de este aparato, logra aliviar el problema de la apnea.