Siguiendo con la frase anterior, hay que desmitificar una creencia existente sobre este juego de naipes. Nadie se hace millonario en una única partida. Eso queda para aquellos jugadores que son profesionales, lo que conlleva años de experiencia (y de derrotas) sobre una mesa con el famoso tapete verde. En el póker, como sucede en otros juegos, se pierde más que se gana. Y esto también sucede entre los profesionales que viven de este juego. El póker, en otras esferas, es un compañero de ocio muy atractivo, bien para jugar con los amigos o contra una máquina. Ser profesional requiere de un gran esfuerzo y trabajo. No hay otros secretos. Sería el primero de los consejos que te ofrecemos a lo largo de las siguientes líneas.
Esfuerzo y trabajo en conocer todas las combinaciones y variantes de este juego de cartas, así como el significado y aplicación de un gran número de términos, como el ejemplo del comienzo: raise. Para aquellos que aún están dando sus primeros pasos en este juego, diremos que cuando hacemos raise durante una partida estamos subiendo nuestra apuesta sobre una apuesta ya realizada previamente. Este movimiento es uno de los que podemos realizar durante una partida. Otros movimientos son retirarse, igualar o pasar. Si desconocía esta información, no debe preocuparse, ya que estos aspectos son básicos y se aprenden durante las primeras clases de póker. Sí, clases; puesto que hay escuelas en donde aprender todos los ‘secretos’ de este juego. Sería otro consejo. Aprender de buenos profesores, empaparse de lecturas sobre este juego y practicar manos y manos hasta llegar a la extenuación. Apunten aquí otros consejos.
Otra recomendación es saber de matemáticas, ya que éstas, junto con la estadística, también tienen cabida en este juego, aunque ello no es un seguro de garantías de apuntarse una mano. El hacer unos cálculos correctos sencillamente es una ayuda, pero no es excluyente. Hay otros factores a considerar. ¿Cuáles serán los cálculos de los adversarios? ¿Y nuestra estrategia de juego? (como si se tratase de un encuentro de baloncesto) ¿O la de nuestros adversarios? Porque en el póker hay que tener un planteamiento inicial y debemos ser capaces de adaptarlo a las circunstancias de la partida. Otro consejo. Como también sucede con las emociones. Hay que saber controlar cualquier gesto que nos delate que no tenemos una buena mano o que vamos a emplear una determinada estrategia. En todos estos casos, la experiencia es el mejor aval a la hora de considerarnos un buen jugador de póker en estos factores.
De menos a más nivel
Vayamos con otros consejos. En nuestros comienzos como jugador de póker debemos centrarnos en pocas partidas, considerando este juego como un pasatiempo, más que con ese falso objetivo de ganar de manera rápida unos cuantos euros. Sepan, además, que los jugadores profesionales deben abonar una cuota de inscripción en muchos torneos en donde se mueven unos cuantos miles de dólares. Por tanto, sí hay que tener un cierto capital a la hora de adentrarse en partidas de algo copete. Asimismo, debemos ir aplicando en estas primeras partidas los conocimientos que tenemos adquiridos, nada de innovar. Eso llegará más lejos, lo primero es reforzar las variantes que sabemos y ponerlas en funcionamiento. Como, por ejemplo, pueda ser los outs, que viene a ser algo así como saber cómo mejorar las probabilidades de ganar con las cartas que nos toquen en ese momento. Lo mismo puede decirse de tus odds. Como ven son esos primeros términos imprescindibles a la hora de manejarse con las cartas del póker.
Más consejos. Otra buena recomendación es centrarse en todos los detalles que sucedan en la mesa. La concentración es un elemento crucial a la hora de desnivelar una partida. Cualquier detalle resulta importante. A estos debemos sumar lo que avanzábamos anteriormente: tener una excelente capacidad de reacción y un pensamiento ágil. Esto nos ayudará mucho. Como también el estudiar a nuestros oponentes. Saber contra quién nos vamos a enfrentar, aunque este consejo puede aplicarse a aquellos jugadores que ya estén participando en alguno de los numerosos torneos que se organizan presencialmente o a través de los numerosos dispositivos móviles. En estos niveles de juegos hay que aprender a manejarse con otro tópico de cualquier juego de cartas. Los faroles. Sí, el póker también entiende de faroles y aunque a priori resulte sencillo hay que saber cómo ejecutar un buen farol y saber en qué momento debemos aplicarlo. No todos los instantes de una partida son adecuados para lanzarse un buen, o nefasto, farol. Porque igual que podemos ganar, lo podemos perder todo.
Y hablando de perder. En este histórico juego de cartas, el saber retirarse a tiempo es otro buen consejo a aplicar, como sucede con los juegos de azar y no tan relacionados con la suerte. Muy relacionado con este factor está el anotar los resultados y movimientos de nuestras partidas. Es importante a nivel de esos cálculos que decíamos hace unas cuantas líneas y porque todos estos datos nos darán la posibilidad de repasar nuestras manos. Este tipo de claves suelen darse en niveles altos del juego. Finalmente, mientras aprendemos de los mejores (hay videos en muchas plataformas y opción a presenciar partidas de grandes jugadores) hay que ser conscientes que no todos aquellos que empiezan en el póker harán carrera como jugadores profesionales. Y sí, la suerte también tiene su protagonismo, pero no tanto como en otros juegos, pero sí la tenemos a favor, será mucho mejor.