Pongamos que nos queremos ir de viaje, que tenemos un par de semanas de bien merecidas vacaciones y que queremos sacarle el máximo partido al lugar al que acudamos. Pues si ese es nuestro objetivo, parece bastante claro que un coche puede ayudar, ¿qué mejor manera de ir a las calas o las playas más recónditas, a los rincones más mágicos, a los restaurantes más recomendados o los miradores más impactantes? Un coche nos da una independencia y una capacidad de movimiento que vale su precio en oro cuando estamos en un lugar que no conocemos y que queremos descubrir. Pero claro, el tema del alquiler coche no siempre es tan sencillo. Tarifas elevadas, tiempo de espera indecentes, condiciones poco ventajosas… Contratar con las empresas de alquiler tradicionales pueden llegar a hacernos replantearnos muchas veces si merece la pena tener acceso a todas las ventajas de tener un coche a nuestra disposición. Por suerte, existen nuevas alternativas que tienen cada vez más adeptos.
Economía colaborativa: un nuevo filón de mercado
Si hay alguna empresa que haya revolucionado el mercado y dado la vuelta a las concepciones anticuadas de hacer negocio en los últimos tiempos ha sido aquella que apuesta por formas de interacción comercial colaborativa; aquellas que ponen en contacto una necesidad y un servicio por la vía que menos resistencia ofrece, que a menudo tiene que ver, simplemente, con eliminar la figura del intermediario. De forma sencilla podría explicarse respondiendo a la siguiente pregunta, ¿si alguien tiene un producto que ofrecer, y otra persona necesita ese producto, por qué no proporcionar un contexto en el que puedan ponerse en contacto y negociar directamente? Eso es exactamente lo que ha ocurrido con empresas como Airbnb, Uber o Blablacar, y lo que empieza a despertarse en el sector de alquiler de coches.
Sencillez, variedad y buenos precios: el nuevo paradigma del alquiler de coches
Estos tres puntos son, a grandes rasgos, lo que nos proporcionan las nuevas modalidades de alquiler de coches que están surgiendo. Nada de trámites complicados, oficinas y papeleos: todo se puede hacer por internet: con un móvil o un ordenador tenemos todo lo necesario para tener acceso a un vehículo. La variedad, además, es cada vez mayor, ya que cada vez hay más personas interesadas en sacarse un dinerito extra alquilando su coche a alguien que lo necesite mientras ellos no lo utilicen. Y por supuesto, está el tema del precio: las tarifas son súper competitivas y están adaptadas a todo tipo de necesidades y bolsillos, ¿qué más se puede pedir?