Viajar en ferry durante la noche es una gran alternativa para recorrer largas distancias sin perder tiempo del día. Muchos trayectos permiten descansar mientras se cruza el mar, y por eso son una opción práctica y conveniente. Sin embargo, la comodidad del sueño depende de la preparación previa y de algunos trucos que pueden hacer que la experiencia sea más placentera. Desde elegir el asiento adecuado hasta organizar el equipaje de manera estratégica, cada detalle hace la diferencia. Con estos consejos, aprovecharás al máximo el viaje y despertarás con energías renovadas al llegar al destino.
Escoger la mejor opción de alojamiento a bordo
Los ferris tienen distintas opciones para descansar, desde butacas reclinables hasta camarotes privados. La elección depende del presupuesto y la duración del viaje. Las butacas son una alternativa económica, pero no brindan el mismo nivel de confort que un camarote. En rutas largas, contar con un espacio privado con cama permite un descanso profundo y sin interrupciones. Si se opta por una butaca, conviene buscar una zona tranquila y poco transitada, lejos de las áreas comunes y los accesos principales.
Cuidar la alimentación antes de dormir
Las comidas pesadas pueden causar incomodidad al dormir. Optar por cenas ligeras y equilibradas evita sensaciones de pesadez o malestar durante la noche. Es recomendable mantenerse hidratado, pero sin excesos que interrumpan el descanso con constantes visitas al baño. Muchas rutas, como el trayecto en ferry Lanzarote Fuerteventura, cuentan con restaurantes a bordo, por lo que elegir bien los alimentos también mejora la experiencia de viaje.
Preparar un kit de descanso
Un buen sueño durante la travesía requiere ciertos elementos que ayuden a bloquear el ruido y la luz. Un antifaz, tapones para los oídos y una manta ligera pueden marcar la diferencia en la calidad del descanso. Muchas personas encuentran útil llevar una almohada de viaje para mejorar la postura. La ropa también juega un papel clave: prendas cómodas y abrigadas evitan molestias causadas por los cambios de temperatura dentro del ferry.
Regular el horario de sueño
Adaptar el horario de descanso antes del viaje facilita conciliar el sueño durante la travesía. Acostarse más temprano las noches previas ayuda a sincronizar el reloj biológico con el horario del ferry. Evitar bebidas con cafeína o estimulantes antes de abordar también contribuye a un sueño más reparador. Llevar una rutina relajante, como leer un libro o escuchar música tranquila, favorece el descanso en un entorno diferente al habitual.
Controlar la iluminación y el ruido
La luz artificial dentro del ferry puede interferir en el sueño, sobre todo en áreas compartidas. Un antifaz ayuda a bloquear cualquier iluminación molesta. En cuanto al ruido, los tapones para los oídos o los auriculares con cancelación de sonido disminuyen las molestias provocadas por conversaciones, anuncios o el funcionamiento del barco.
Mantener la seguridad del equipaje
Dormir con tranquilidad requiere saber que los objetos personales están seguros. Usar una mochila pequeña para llevar documentos, dinero y dispositivos electrónicos acaba con el riesgo de extravío. En los camarotes, cerrar la puerta con llave evita cualquier inconveniente. Algunos ferris cuentan con taquillas para guardar pertenencias de mayor tamaño.
Planificar la llegada al destino
Despertarse con tiempo suficiente antes de llegar al puerto permite prepararse sin prisa. Ajustar una alarma evita contratiempos y ayuda a organizar el equipaje con calma. En viajes largos, consultar la previsión del clima del destino facilita elegir la ropa adecuada al desembarcar. Si el trayecto termina temprano en la mañana, buscar un lugar donde desayunar cerca del puerto hace que el inicio del día sea más agradable.