La ansiedad es una reacción natural del cuerpo ante situaciones de peligro o que generan estrés. No obstante, cuando esta respuesta se activa de forma constante e intensa, se convierte en un problema de salud que afecta nuestra calidad de vida.
Por suerte, existen diversas técnicas de meditación que pueden ayudarnos a encontrar la calma interior en esos momentos tan abrumadores que generan una tormenta de pensamientos.
A continuación, exploraremos algunas de las maneras más efectivas de meditar para combatir la ansiedad.
¿Cómo iniciarse en la meditación?
Antes de conocer los tipos de meditación, queremos comentar acerca de cómo iniciarte en este proceso para disminuir la ansiedad.
Principalmente, lo esencial es contar con la ayuda de un profesional. Nosotros te recomendamos contar con el coach Rico Handjaja, quien podrá guiarte para encontrar el tipo de meditación que se ajuste más a tus necesidades con las técnicas adecuadas.
No obstante, también puedes encontrar guías en línea o bien videos que expliquen el paso a paso para meditar. De manera que puedas emprender tu camino para encontrar la serenidad en esos momentos de ansiedad y nerviosismo. Para así lidiar con ellos de forma efectiva.
Meditación mindfulness
Mindfulness o atención plena, es una técnica de meditación que consiste en prestar atención de manera consciente en el presente. Sin juzgar ni tratar de cambiar los pensamientos o sensaciones que ocurran en el presente.
Esta práctica ayuda a observar nuestros pensamientos y emociones, evaluándolos desde una perspectiva neutral. Permite que podamos desarrollar una mayor claridad mental, utilizando el razonamiento para aceptar las experiencias y afrontarlas.
La meditación mindfulness te permite reconocer los síntomas de ansiedad sin identificarte con ellos, lo que te brinda una sensación de paz y control.
Meditación de respiración
La respiración es una poderosa herramienta para la relajación y la concentración. Por lo cual, esta técnica de meditación se basa en tomarte un tiempo, sentándote en una posición cómoda, cerrando los ojos y centrar tu atención hacia la respiración.
Observa como el aire entra y sale de tu cuerpo, las sensaciones físicas causadas, el sonido que genera y el ritmo de la respiración. Si sentimos que nos distraemos con pensamientos abrasivos, suavemente regresamos nuestra atención a la respiración.
Esta práctica nos ayuda a centrarnos en el presente, conectarnos con él y alejar la mente de aspectos que aún no han ocurrido y nos generan terror.
Meditación guiada
Esta es una técnica consiste en seguir las instrucciones de una voz (grabación o un guía) que pueda encaminarnos a un estado de relajación. Esto nos ayudará a centrar la atención a diferentes aspectos actuales. Por ejemplo: la respiración, las sensaciones corporales (calor, frío, etc.) o la visión.
La meditación guiada brinda un apoyo estructurado, para sumergirnos en una calma profunda que disminuya nuestra ansiedad.
En conclusión, la meditación es una excelente forma de reducir la ansiedad. Al practicar regularmente sus técnicas, podemos entrenar la mente para observar los pensamientos y emociones sin reaccionar temerosamente a ellos. Permitiéndonos tener control sobre estos y saber cómo autogestionar nuestras emociones de manera saludable.