Hace diez años, pocas personas fuera de Portugal habían oído hablar de Comporta. Hoy en día, eso ya no es así. De hecho, la gente intenta comparar esta parte de Portugal con muchos lugares del mundo (St Tropez, los Hamptons, Ibiza y José Ignacio en los años 50). Pero este lugar es único e incomparable.
La historia de Comporta comenzó en una calurosa mañana de verano de 1956, cuando José y Manuel Espirito vieron por primera vez a un grupo de Campos desde su yate. La zona estaba desierta, salvo por los campos de arroz y las viviendas de los trabajadores. Los hermanos se enamoraron de la zona y compraron más de 15 000 hectáreas de tierra. Durante décadas, este terreno idílico y casi virgen fue utilizado casi exclusivamente por la familia y los amigos cercanos.
Comporta no es sólo un ecosistema único de mar, dunas, arrozales y pinares, sino también un lugar ideal para las vacaciones. La ciudad tiene fama de ser una ciudad de élite internacional. Uno de los veraneantes más famosos, Jack Grange, dice que «el día perfecto en Comporta es un día en el que nada se planifica y todo se improvisa sobre la marcha»
Las playas
El término «Comporta» se refiere a todo el litoral, incluyendo nueve pueblos y 60 kilómetros de playa paradisíaca.
Comporta es muy bonita, las playas favoritas turísticas son Cavalla y Pego. Sin embargo, a pocos kilómetros hacia el sur, merece la pena visitar otras playas desiertas como Pinheirinho, Gale, Aberta y Nova.
Naturaleza y deporte
La zona forma parte del Parque Natural del Sado y del Lugar de Importancia Europea de Compostagal, donde se encuentra una amplia gama de sistemas naturales: playas, dunas, marismas, bosques, salinas, arrozales y turberas.
La mejor manera de disfrutar de esta naturaleza es recorrer los campos de arroz en bicicleta, tanto si se utiliza una bicicleta eléctrica como si no. Se dice que es una de las experiencias mas lindas para realizar en comporta, aunque no lo parezca.
Hay empresas que organizan excursiones en barco y vela para ver delfines. Aunque el agua puede estar agitada, las olas suelen ser tranquilas, por lo que incluso los principiantes pueden surfear. De hecho, también hay escuelas de surf en las playas de Pego y Carvalhal para que pases una tarde genial.
Las ruinas de Troya en Roma
Si está en Compostela, no deje de visitar las ruinas romanas de Troya, a pocos minutos del centro de la ciudad. Un enorme sindicato de pescaderos en una península de arena le hará sentir que ha retrocedido en el tiempo.
Desde el siglo I hasta el VI, aquí se producía pescado salado y salsa de pescado que se vendía en todo el Imperio Romano. Desde 1910 es un monumento nacional y ahora ofrece una amplia gama de actividades, como visitas guiadas, exposiciones arqueológicas y espectáculos ecuestres.
Museo del Arroz
Situado a la entrada de Compostela, el Museo del Arroz, ubicado en el edificio de un antiguo molino arrocero, permite conocer la historia de la ciudad y los orígenes del cultivo del arroz en Portugal.
Si esta visita cultural le abre el apetito, habrá restaurantes de primer nivel en donde podrá disfrutar de deliciosas comidas y bebidas.
Delfines de Sado
Si quiere vivir una experiencia mágica y emocionante durante su estancia en Portugal, visite la desembocadura del río Sado. Esta reserva natural, con sus marismas, campos de arroz y playas de arena, se encuentra en la bahía de Setúbal y alberga una manada de delfines y muchas otras especies.
La única manada de delfines del estuario portugués se puede ver al navegar por el las aguas de Sado. Disfrute de un tranquilo crucero por las aguas turbulentas y admire la abundancia de la naturaleza.